Designa la rama del judaísmo que más incondicionalmente se adhiere a las creencias y prácticas religiosas, caracterizadas por la ceencia de la inmutabilidad y autoridad suprema de la Ley Escrita y la Ley Oral como la base fundamental de la observancia religiosa, por la resistencia a la modernización, por una conformidad estricta al culto diario y las leyes dietéticas, por el estudio regular del Tora, por la observancia del Sabbath y por la separación de hombres y mujeres en la sinagoga. Ésta rama del Judaísmo disputa a menudo la legitimidad de otros grupos judíos en el tema en que trasgreda las leyes judías ortodoxas así como el matrimonio o el divorcio no ortodoxos.