Se refiere al primero de los tres grandes períodos de la civilización egipcia desde aproximadamente el 2650 al 2150 a.C. que comprenden desde la III Dinastía a la VI Dinastía; algunas fuentes empiezan con la IV Dinastía aproximadamente en 2575 a.C. y se extiende a través de la VIII Dinastía en finalizando aproximadamente en el 2134 a.C. El período se caracteriza por monumentos reales de la más alta calidad que incluyen los complejos de pirámides de la IV Dinastía que simboliza la soberanía absoluta de los reyes de Egipto y el uso continuado de convenciones artísticas introducidas en el período Dinástico Temprano. El fin del período se caracteriza por un declive general en las artes que refleja las circunstancias políticas del tiempo.