Vidrio en lebrillos planos caracterizado por rugosidades rectas. Se fabrica con una técnica muy antigua que consiste en soplar una gran burbuja de vidrio y balancearla en un tubo de soplado para formar una botella larga. Después se corta en ambos extremos hemisféricos. El cilindro resultante es cortado entonces en el sentido longitudinal y recalentado, después de lo cual es aplanado con un plano de madera o dejándolo reposar hasta que quede plano. Tradicionalmente se caracterizaba por una gran variedad de texturas, colores y espesores, pero cuando se produce por métodos modernos es más regular. El vidrio de cilindros reemplazó en gran medida al vidrio en corona al mecanizarse el proceso de fabricación.