Se refiere al período en Mesoamérica desde alrededor del año 300 a.C. al 250 a.C. El trabajo con plumas en Mesoamérica comenzó en este período como símbolos de poder y clase y ofrece elaborados atavíos para la cabeza ceremoniales que consistían en plumas de cola de quetzal. Las piezas escultóricas del período incluyen cerámica y vasijas con imágenes, figuras funerarias zoomórficas y antropomórficas, jarrones acanalados con características líneas rojas paralelas dibujadas sobre engobe naranjo y cuencos pintados con formas serpentinas sobre bandas en los bordes exteriores. El estilo de arquitectura en el período evoluciona a escalas palaciegas y ofrece techos sólidos, planos o abovedados, detalladas escalinatas bordeadas por rampas planas a cada lado, molduras, tableros y máscaras. Las estructuras piramidales en el período despliegan complejos escalonados en forma de terrazas, secciones redondas y cónicas.