Se refiere al principio del período y estilo Clásico Griego antiguo, desde alrededor del 480 a.C a alrededor del 450 a.C. En escultura se diferencia del estilo Arcaico más temprano en que la figura humana se retrata con creciente naturalismo que incluye una mayor sutileza en las expresiones faciales y contrapposto (poses en las que el cuerpo humano presenta una torsión tal que el pecho y los hombros apuntan en una dirección y las caderas y piernas en otra, a modo de contrapeso) en figuras en pie. En pintura de jarrón hay variaciones regionales, pero en general hay mayor dominio de la figura humana y vestimenta. En arquitectura, las estética de fines del siglo VI y principios del siglo V son continuados y refinados.