Refiere al perÃodo y al estilo que se convirtieron a partir de 710-794 d.C, cuando la primera capital permanente estaba en Nara, marcando los esfuerzos concentrados en emular la cultura china. El perÃodo es caracterizado por la producción de las figuras huecas pequeñas y por la construcción de los grandes templos de la montaña, que consisten en pasillos y de las pagodas dispuestas en armonÃa con la naturaleza, marcando una cambio de los planes rÃgidos del perÃodo de Asuka.